Dedicado a las mosqueteras
Un amigo mío, ni corto ni perezoso le
dijo a otro amigo suyo que estaba interesado en conocerme: “Ni siquiera te la voy a presentar, porque una vieja de esas no te va a
parar bolas”.
Quise averiguar las razones de tal
actitud y comprendí que ante los ojos de algunos hombres era considerada como
alguien lejano e inalcanzable. Con aquella que muchos sueñan, pero que en la
realidad, estos se deciden por una mujer que consideran más a su alcance. En ese momento revelador me sentí como un
maniquí que miran y admiran, mientras yo, bien divina en mi pedestal pero
solterísima, observaba a través de la vitrina a las parejas que me pasaban por
el frente.
Luego me pregunté en qué momento y
sin darme cuenta me convertí en una O-Diosa,
pues hace algunos años era distinto y no tenia en la frente el letrero de “Cuidado
que muerde”, tal vez influyó que mi autoestima y mi busto
crecieron, mejoró mi trabajo y que un día me cansé de ser zopenca, colocándome el
disfraz de chica súper poderosa para que no me hicieran daño, pero con esto
logré que más de un hombre autodenominado promedio le temiera a la mujer
maravilla que yo misma creé.
Si bien, yo asumo mi responsabilidad
por haber construido a mi alrededor: Muros, barreras, puentes y una que otra
carrera de obstáculos, no toda la culpa
es mía, ya que también existen los tipos inseguros que a su parecer el exceso
de cualidades es peor que cualquier defecto.
Erróneamente creen que una mujer
bonita solo se fija en actores o top models y si es un hombre del común debe
tener abundante cabello, nada de barriga y medir más de 1,80, por aquello de la
teoría Brangelina ( Brat Pitt + Angelina Jolie) en donde un bonito no se debe
mezclar con un feo.
Otros de mis virtuosos defectos pudieran
ser mi personalidad y carácter, lo cual es una forma diplomática para decir que
soy complicada. Los que me conocen saben que yo no jodo… tanto, simplemente cuando no me gusta algo, lo digo y
de vez en cuando soy un poco ácida dentro de la dosis minina, nada venenosa ni
mortal.
Entiendo que haya hombres que
prefieren a una mujer más discreta… a nivel neuronal, esto se les puede disculpar, pues entre gustos
no hay disgustos. Pero cuando se ponen a renegar de las que somos inteligentes,
esto sí es debatible y demuestra un alto grado de brutalidad… lógicamente por
parte de ellos.
Algunos idealistas extremos podrían sermonearme
por el hecho de ser ambiciosa, es decir que no puedo tener aspiraciones en la vida.
Y en lo que a mí respecta me gusta vestir bien, comer bien, pasear etc etc. En
resumen, así la plata no sea la felicidad por lo menos materialmente ayuda
bastante. Y bueno se me olvidó decir que no me interesa ni poquito, ser pobre.
Finalmente me pregunto qué habría
pasado, si tan solo alguno de ellos hubiera tenido el valor de arriesgarse a
romper el cristal de mi vitrina, se darían cuenta que de maniquí no tengo nada
y que tampoco soy intangible como el material del que están hechos algunos sueños (O pesadillas). Pero también concluyo, que si
no fueron capaces de llegar hasta mí, ni yo de abrirme a ellos, era porque no
nos conveníamos… o simplemente no merecían tener a alguien como yo: Una mujer de verdad.
@SolteraDeBotas www.facebook.com/SolterasDeBotas
Imagen: Corbis, Liz Taylor Cleopatra
No lo puedo creer es como si estuviera leyendo un blog que yo misma escribí, excelente me encanta leer tu blog
ResponderEliminarme da tristeza pensar que es asi... y eso que no soy una gran belleza.. pero tambien se alejan..
ResponderEliminarJajajaja, me siento 100% identificada contigo.
ResponderEliminarAdmito que me pasa exactamente lo mismo, los hombres resultan ofendidos al ver que una puede ser mejor que ellos y las mujeres alrededor te terminan odiando sin razon aparente. . . no es fácil ser uno, y si lo eres a todo mundo le molesta! WTF! pero bueno, tendremos que vivir con esto ya que no escoginos nacer como somos. Grax por el blog, les dejo mi correo por si alguien quiere compartir experiencias diana.mru@gmail.com
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