sábado, 28 de enero de 2012

Mito Urbano # 4: Porque tan Bonita y tan sola



Nunca faltará el Chayane Emilio, que las prefiere de bajo coeficiente intelectual y considera que una frase cliché, será suficiente para conquistarte…

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Esperando impaciente a que la paciencia llegue


Quisiera poder decir que en los 4 años que llevo practicando  meditación me he convertido en una especie de Monje apacible, sentada en un jardín lleno de flores de loto.  Y aunque reconozco me he liberado de muchas cosas que antes me perturbaban, la noticia que tengo que dar es que todavía me falta muchoooo, para llegar a la iluminación.
El tema recurrente es la paciencia o más bien la falta de ella, pues durante todos estos años de mi vida me encargué de alimentar mi Ego, con la excusa  de querer ser muy buena en todo lo que hago, por eso me auto-programé para exigir y para mandar, pero nunca me tomé el trabajo de aprender a esperar y sobre todo a tolerar.

Hace algún tiempo entendí que la vida no es como nosotros queremos, no podemos pensar que todo se dará tal y como milimétricamente lo planeamos un día.  Y si seguimos creyendo en que todo debe ser perfecto, simplemente sufriremos y nos mortificaremos cuando las cosas no surjan como las hemos deseado. (Aclaro que en teoría es muy fácil decirlo, pero lo duro es COMO aplicarlo a la vida diaria, sin enloquecer en el intento)

En el camino te encuentras con personas que constantemente se convertirán en una prueba, en unas ocasiones saldrás bien librada y dejaras pasar la situación pero en otras te sacaran de quicio. Porque somos humanos  y definitivamente hay días en que uno amanece de malas pulgas.
Ese tipo de gente, que no soporto y la que a veces le doy poder sobre mis emociones, ayuda a perpetuar mi cliché de mujer complicada. Sumado a esto hago parte de la generación de mujeres con voz y voto, en donde esas ínfulas de independencia a veces van en dirección contraria a la paciencia.


Por  ejemplo no falta el compañero de la oficina que te repite constantemente lo escamosa que eres y pregunta: “¿Si esta, ya tiene novio porque sigue siendo tan cansona?”. Como si el hecho de dormir con alguien fuera a amansar mi carácter, genio y figura.
También es desesperante cuando señoras de la tercera edad, que tienen un seudo- conocimiento en sicología,  se creen con todo el derecho de decirte lo que debes hacer o no con tu vida,  pero lo peor es que te mencionen que tú les recuerdas a ella misma de joven.  (Inmediatamente me dan ganas de salir corriendo, pues a los 60 años no quisiera verme como una cacatúa)
Y el caso que más me hace perder los estribos es la mentira, pues no soporto que una persona que consideré mi amiga, me de la puñalada por la espalda y lo más tenaz es que sea tan cobarde como para no darme la cara.

Pero luego recuerdo lo buena que es la respiración (1, 2, 3 inhalo y exhalo) y a mi mente llegan como notas musicales, las palabras de mi Maestro Espiritual: Tu sobrellevas a estas personas en un breve momento de tu existencia, pero ellas se deberán soportar a si mismas toda la vida.

Cuando ya me tranquilizo,  me doy cuenta que a nivel general mi vida es muy feliz,  por lo que seria muy estúpida si le sigo dando poder a emociones perturbadoras. Mi mundo es como un sueño, yo lo he creado y por eso decido si quiero tener pesadillas y alimentar al troll de la ira, o simplemente elijo pasarla bien.  Y esto es la enseñanza de bolsillo que siempre debo llevar conmigo, para cuando encuentre en mi camino algo o alguien que me altere.  Es todo un arte el aprender COMO seguir adelante sin cargas pesadas, a no molestarse por bobadas, pero sobre todo sin mirar atrás.

Hay un sabio proverbio Persa que expresa: “La paciencia es un árbol de raíces muy amargas, pero de frutos muy dulces”… Y tu que sabor escoges?

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Imagen: Amazonsister, Corbis