
Una parte de este artículo fue escrita
desde el aeropuerto de Rionegro (Medellín). Mientras
esperaba un vuelo retrasado y con el refrán de no hay mal que por bien no venga, pude aprovechar los chispazos de
creatividad y breves momentos de inspiración.
En la sala de espera se encontraba una monja que por cierto me recordó a las de mi colegio (En realidad todas tienen un aire pinguinamente similar), diagonal a mí estaba un gringo que empezó a meterme conversación, luego que pensó que yo le coqueteaba… cuando en realidad es un tic que me salió en el ojo derecho (Los años no vienen solos).
En la sala de espera se encontraba una monja que por cierto me recordó a las de mi colegio (En realidad todas tienen un aire pinguinamente similar), diagonal a mí estaba un gringo que empezó a meterme conversación, luego que pensó que yo le coqueteaba… cuando en realidad es un tic que me salió en el ojo derecho (Los años no vienen solos).
En fin, mientras me encontraba en el
limbo de los viajeros simplemente empecé a escribir…
Mirando el calendario recordé que se
aproxima San Valentín, una fecha que no es comúnmente festejada en Colombia,
pero si es muy típica de otros países. Y como la celebración de Amor y Amistad
todavía se encuentra lejos, no me pude aguantar hasta Septiembre para soltar
algo de veneno.
Realmente no entiendo porque se
celebra el hecho de tener pareja, pues hay algunas personas que están con otras,
por temor a la soledad, por dependencia, por dinero o por todos los motivos
posibles menos por el más importante: El
Amor. Y en estas fechas
especiales presumen y se compadecen de los “pobres” solteros. En mi nada humilde opinión considero que no
hay que celebrar ni lo uno ni menospreciar lo otro. Es decir el ser humano debe
tratar de ser feliz ya sea solo o acompañado.

Me pregunto porque carajos no se ha
inventado el Día de los Solteros !, y en el
caso hipotético de que existiera, seria espectacular tomarme una copa de vino y
brindar por mí. Pues si uno no se quiere, menos otra persona de afuera lo hará. También me daría un regalo por ser
independiente, por no necesitar del apego de nadie. Celebraría el haberme puesto las botas y luego habérmelas quitado,
por vivir una vida tranquila y sin dramas... eso si nada aburrida.
En el Día de los Solteros, besaría a mi gato, agradecería a
mis amigos gays por hacerme sentir como Madonna (Eso fue antes de Lady Gaga), disfrutaría
un viernes por la noche de las comedias románticas así sean una mentira de hora
y media, en donde no sabemos que sucede después del beso final…Pues la vida
real es otro cuento y no de hadas.
Aunque a muchos el día de San Valentín
les podrá afectar negativamente, pues llegaran los recuerdos, la música nostálgica
y las preguntas indiscretas de las tías. Hay tantos motivos para disfrutar de la soltería,
porque nunca será lo mismo que soledad y tener en pareja no siempre significa
estar acompañado… Y el resto de lo que
pienso acerca de estas celebraciones,
se los contaré en Septiembre en una fecha que en Colombia se llama Amor y
Amistad.
@SolteraDeBotas
www.facebook.com/SolterasDeBotas
Imagen: Corbis