Tal vez les suene familiar el título
y les recuerde el nombre de una película, que para muchas mujeres podría ser
una de terror o para otras un film de ciencia ficción. Pero no es ni lo uno ni
lo otro, simplemente es lo que vivimos día a día con nosotras mismas y nuestro
espejo.
En días pasados sucumbí a la
tentación de mirar mi peso en una pequeña pero malévola báscula; para gran
sorpresa la cifra arrojada me indicó que la comida de Diciembre todavía se
encontraba distribuida en diferentes partes de mi cuerpo, pues había aumentado
3 kilos. Y a pesar de ser una mujer con una buena (Y
sana) autoestima, no puedo negar que me sentí
igual a la Bruja del cuento, en el momento en que el espejo le dice: Que una tal Blanca Nieves era la más bella
del reino.
En cuestión de segundos dentro de
mi CPU, en el disco duro (Más bien cabeza dura) revisé el pasado y empecé por analizar que había salido mal en
mi dieta de Enero y me decía a mi misma: Pero
si la ropa te entra y por fuera te ves igual!... posterior a esto me asusté con un futuro imaginario en donde era igual a Miss Piggy. Erróneamente surgió la culpa del ayer y la
ansiedad del mañana, pensado en diferentes tiempos menos en el que de verdad
importa: “El presente, el de aquí y
ahora”.
Esto sucede cientos de veces en
la mente de muchas de nosotras, cuando dejamos que la percepción de afuera nos
afecte por dentro, pues la sociedad falsamente nos ha impuesto cánones de
belleza ideal con siluetas de extrema delgadez que son perfectas… Si perfectas
para simular un gancho de ropa!. Y saben que? Muchas de esas maravillosas
modelos que salen en los anuncios publicitarios utilizan una dieta adelgazante y anticelulítica llamada Photoshop (Que también sirve para las arrugas)
Si recuerdan a Liz Gilbert en Comer, Rezar y Amar, durante su estancia
en Italia, ella aprende a disfrutar de los carbohidratos, pues a medida que “engorda”
su cuerpo, proporcionalmente crece su seguridad. Pues un Michelin, no va ser impedimento para que alguien nos haga el amor
y nos vea deseables. Y aquí entre nos, todavía no he conocido al
primer hombre que le gusten las mujeres bien flacas; por hay dicen que es
mejor tener de donde agarrar.
Y si, tal vez subí un poco de
peso pero me sigo queriendo con kilos de más o kilos de menos, a la
final así sea esbelta o robusta seguiré siendo la misma persona maravillosa. Porque al mirarme en el espejo (No es el mismo
del cuento de Blanca Nieves) veo que
estoy buena!!
Si nos vamos a cuidar que sea por
salud, no por obsesión, porque las mujeres del día a día y que somos mayoría rebosamos
en voluptuosidad, esa es la verdadera y redundante realidad, no las revistas ni
las películas, porque me permito infórmale a todo el mundo, que el agua moja, el
sol calienta y que las mujeres reales tenemos curvas!
PD: De todas formas me seguiré
tomando el agüita de Apio en ayunas…
@SolteraDeBotas
www.facebook.com/SolterasDeBotas
Imágenes Miss Piggy-Muppets, Corbis
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