lunes, 27 de agosto de 2012

El encanto del chico malo

O el desencanto del chico bueno…


Muchos hombres buena gente, caballerosos y tiernos se preguntan: ¿Que carajos les pasa a algunas mujeres?.  Que no les damos ni la hora, en cambio botamos la baba por el tipo inestable que cuando le da la gana nos busca y casi siempre nos trata mal.  Es indiscutible que existen las masoquistas, aquellas que les encanta el garrote sicológico y hasta físico, pero una cosa es el chico rebelde entre comillas “malo” y otra diferente, el que de verdad es un HP.

Confieso que he sido en muchas ocasiones aquella que sale huyendo del sujeto con pinta de buen cristiano y no necesariamente porque me vaya en dirección a los brazos de un guache, simplemente es que me aterran los individuos que en su cara se les ve el exceso de amor o más bien de estupidez.

A las mujeres pensantes, en general nos interesan los hombres educados y sensibles, pero es muy importante que también tengan carácter y pantalones, por tanto aquel chico re-dulce que llama 6 veces al día y está dispuesto a bajarnos el cielo y las estrellas, al final se termina convirtiendo en ese gran amigo que no podemos mirar de otra forma o en el osito de peluche, como en aquel comercial de televisión.


Hay tipos que poseen un encanto que los hace magnéticos, así no sean los más papacitos, su inteligencia mordaz, mirada misteriosa, pero sobre todo la seguridad en si mismos, los convierte en objetos de deseo.  Al ver un hombre de estos que transpira ímpetu, nos imaginamos que debe ser muy bueno en la cama. Y por muy feministas o independientes que seamos, nos encanta saber que tenemos al lado a un varón, pero sobre todo un varón que no se deja mangonear de nosotras.

Y no quiere decir que al tipo buena gente le falten agallas, tal vez las tenga, pero si ante nuestros ojos se muestra taaan noble que parece un santo, les cuento que ya perdió por bobo, y esto no lo digo en sentido figurado sino literalmente. Además las mujeres tenemos un olfato como el de los perros, nosotras olemos la bobada y eso mata cualquier encanto o mal pensamiento.

Mi querido Macho Omega, si estás leyendo esto y sospechas que tienes el perfil del propio osito cariñosito, te doy tres consejos de los chicos malos para una próxima ocasión: Que por favor disimules la traga que tienes, no te conviertas en su paño de lagrimas y no le hagas tooodos los favores que te pida, ya que podrías transformarte en otro animal llamado marrano.

@SolteraDeBotas
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Imágenes: James Dean Smoking, Aleida de Vladdo

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