
Es típico que suceda, como en una película sin final feliz, que llegue a nuestra vida un ser maravilloso, pero que desafortunadamente debido a las circunstancias, las cosas no se pueden dar. A veces es al contrario y una persona no es la adecuada, pero todo se confabula para que las cosas se den y como siempre en ese tipo de desastres naturales, hay damnificados.
Estamos destinos a ver pasar a lo largo de nuestra existencia rostros que llegan y rostros que se van, teniendo cada persona una misión diferente en la vida de uno y viceversa, hay unos que cumplen con divertirte, otros están para consolarte, y algunos para hacerte llorar, pero lo importante es que de todos esos seres que se han cruzado por nuestro camino o nosotros por el de ellos, hemos aprendido algo.
Como no soy de palo, la nostalgia me surge luego de haber conocido hace un tiempo a una persona con la que se pudo llegar a algo maravilloso y no lo fue, aunque después de forma casi automática sale la respuesta: No convenía.
En realidad nunca podremos saber si tanta dicha hubiera sido cierta, a veces todo se convierte en una dinámica de conejillos de indias dentro de un laberinto, en donde el ratón B hace el trabajo de búsqueda y el ratón A simplemente está perdido, además tampoco quiere que lo encuentren.
Cualquiera que lea esto podrá pensar que hay un tinte de pesimismo o cobardía por no retar al destino y conformarme con lo que sucede, pero es menos complejo de lo que parece, simplemente es puro y físico cansancio, de no conocer la personas adecuada en el momento correcto, por eso me he tomado unas laaaarrrgaasss vacaciones afectivas. Considero que en cuestiones del corazón es imposible forzar las cosas, es decir no podemos convertir a nadie en la persona ideal si en realidad no lo es, ni definir si las situaciones son correctas o incorrectas cuando son ajenas a nuestro dominio. Las cosas simplemente son como son, el amor no se debe buscar, se supone que llega, pues todo será cuando tenga que ser.
Independiente si es soltera o acompañada, busco una historia con cero ciencia ficción y relaciones que parezcan hologramas, muchos menos hombres sacados de un ciclo de terror. En la película de mi vida además de actuar en ella, quiero ser la directora y libretista para poder crear un final feliz. Pues mi destino me dice que soy la persona correcta y estoy en el momento indicado, simplemente es problema de la otra persona, no de mí.
@SolteraDeBotas
www.facebook.com/SolterasDeBotas
No hay comentarios:
Publicar un comentario